Cuando nos enteramos de que Manu tenía labio leporino sentí una angustia que me invadió el alma, nunca me imagine que en aquella ecografía de rutina nos iban a dar tal noticia
Llore, llore, llore y llore eso era todo lo que podía hacer llorar
Llore durante 24 horas hasta que leo hablo con el neonatólogo, hoy pediatra de Manu, Daniel que fenómeno, se vino un sábado al mediodía a casa, y me dijo ¡!!!!
MIRA QUE TU HIJO NO TIENE NADA ¡!!!!!! EL NI SIQUIER A SABE QUE TIENE ESO ¡!!!!!EL ES UN BB NORMAL, AHORA SI TE DIGO ALGO, VOS CON ESA ANGUSTIA NO LLEGAS AL PARTO………..
Esas palabras de Daniel para mi fueron mágicas realmente me di cuenta que Manu era un bb sano y que lo que el tenia era solucionable y solo es un tema estético, y pensé, ahora que me digan lo que me digan pero menos que no lo voy a poder tener Increíblemente Manu a partir de ese día me pateaba todo el día a toda hora como diciendo MAMI estoy acá ¡!!!!!!!!!
El me dio la fuerza para seguir el embarazo con la misma alegría del primer día!!!!
Leo se encargo de todo, averiguo lo que se imaginan y mas, todo para ver cual era la mejor solución para nuestro bb , para mi fue súper importante que el se encargara de ver todo ya que cuando uno averigua en el medio se encuentra con de todo, sin saber en realidad si eso es lo que le va a pasar a tu hijo.
Gracias a Leo yo pude terminar el embarazo con toda la paz del mundo y la tranquilidad de que el iba a elegir lo mejor para Manu.
Se reunió con varios cirujanos, averiguo en Brasil, Francia, Argentina, EEUU en todas las partes del mundo para ver cual era el mejor lugar para llevar a Manu. Fue una decisión muy difícil de tomar.
Cuando Manu nació gracias a dios estábamos frente al mejor pronostico que podíamos tener solo era el labio, pero como la felicidad completa no existe, Manu estuvo 5 días en el CTI, por falta de maduración en los pulmones estaba con oxigeno en una encubadora, esto no tenia nada que ver con su labio y en ese momento aquello que nos importaba tanto durante el embarazo paso a ultimo plano, el labio era nada frente a que Manu no podía respirar por si solo.